martes, 20 de enero de 2009

domingo, 18 de enero de 2009

¿A quién beneficia el fin de la moratoria europea de transgénica?


El 19 de mayo de 2004, la Comisión Europea, con el consentimiento tácito de sus Estados Miembros, ha levantado una moratoria de facto que, en el 11 de junio de 1999, el Consejo de Ministros de Medio Ambiente de la UE había acordado con el apoyo de 11 de sus 15 miembros. Esta moratoria impedía la introducción de nuevas autorizaciones de variedades transgénicas en la cadena alimentaria europea, y de hecho, limitaba su despliegue en el resto del mundo, que tomaban a la UE como un ejemplo.

La moratoria, muy discutida entonces, se hizo efectiva porque, ante una opinión pública europea mayoritariamente contraria a los transgénicos, ninguno de los Estados de la UE podía afirmar que la legislación vigente (Directiva 90/220 y Reglamento 258/97) era suficiente para garantizar el uso alimentario y el cultivo de las variedades transgénicas, tanto en relación a los protocolos exigidos para evaluar el riesgo sobre la salud y el medio ambiente, como en el seguimiento y trazabilidad de los alimentos o ingredientes transgénicos a lo largo de la cadena alimentaria. La legislación tampoco establecía medidas adecuadas para que los consumidores que así lo quisieran, pudieran evitar el consumo de alimentos transgénicos (no se exigía el etiquetado). Tampoco se daban garantías de que se pudiera evitar la contaminación accidental o intencionada a lo largo del proceso de producción, manipulación y transporte, que preocupa a consumidores, pero también a los agricultores y ganaderos.

Esta legislación ha sido modificada y el Comisario Europea de Protección de los Consumidores, David Byrne, afirma que ya es hora de levantar la moratoria porque “la legislación europea es la más estricta del mundo”. Aunque probablemente la afirmación sea cierta, no significa que la legislación actual proporcione las garantías suficientes para evitar los riesgos de contaminación ambiental y de inseguridad alimentaria. Tampoco supone que agricultores y consumidores, es decir, todos los ciudadanos, se sientan seguros ante las decisiones tomadas por los organismos políticos y científicos. El rechazo ciudadano al consumo de transgénicos sigue impedido porque no se etiquetan alimentos como huevos, leche, carne y los derivados de la producción ganadera alimentada con piensos transgénicos. Además, el levantamiento de la moratoria se ha realizado con la autorización de un maíz insecticida Bt11, en condiciones de dudosa legalidad, generando más incertidumbre que seguridad.

Si es seguro el procedimiento al que obliga la nueva legislación para autorizar y comercializar transgénicos, ¿por qué vacilan los Estados miembros ante la autorización del maíz dulce Bt 11? ¿Por qué han propiciado un empate (6 a favor, 6 en contra y 3 abstenciones), tanto en el Comité Permanente de la Cadena Alimentaria y la Salud Animal (diciembre de 2003) como en el Consejo de Ministros de Agricultura (abril de 2004)?

¿Por qué la Comisión Europea (C.E.) sigue adelante con la autorización de este maíz a pesar del rechazo del Consejo belga de Seguridad Alimentaria (11/04/04), desoyendo las advertencias del informe de Gobierno austriaco sobre las insuficiencias y déficit en las pruebas “científicas” aportadas por Syngenta en su expediente del citado maíz, y obviando las negativas sucesivas (en el año 2000, en el 2003 y en abril de 2004) de la Autoridad Francesa de Seguridad Alimentaria ante la inexistencia de pruebas toxicológicas adecuadas para descartar el riesgo en la salud humana ante una ingestión prolongada de este maíz?

El ISIS (Instituto Científico Independiente del Reino Unido) califica esta decisión de ilegal y criminal. Ilegal, porque la autorización de este maíz incumple la legislación europea vigente que exige una estabilidad e uniformidad en los insertos transgénicos que no se dan en el caso del maíz Bt11, cuyo procedimiento se inició con la legislación anterior. Criminal, porque se basa en una secuencia ampliada del maíz Bt 176, asociado a la muerte de 12 vacas lecheras en Hesse (Alemania) y cuya autorización ha sido revocada por utilizar un marcador de resistencia a antibióticos que desaconseja la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria, aunque se permite su comercialización hasta finales de 2004.

La decisión a favor de la autorización, adoptada por la C.E. al no obtenerse una mayoría suficiente de los Estados, plantea un déficit democrático, más grave aún con una opinión pública en contra. En este caso se suma además, la imposibilidad de participación en la decisión de los nuevos 10 Estados miembros, que no sólo no han podido votar en el Consejo de Ministros de Agricultura sino que, como reconoce David Byrne “en los nuevos Estados Miembros no ha tenido lugar un debate político sobre los Organismos Modificados Genéticamente”.

La C.E. tenía mucha prisa por mostrar a EEUU la buena voluntad de la UE en no poner trabas al comercio de semillas y alimentos transgénicos y tratar de conseguir, por cierto infructuosamente, la retirada del conflicto de controversia ante la OMC solicitado por EEUU, Argentina y Canadá en agosto pasado. Pero, ¿cuáles eran las razones del Gobierno del PSOE para cambiar el voto favorable del PP por una mera abstención en la reunión del Consejo de Agricultura?

Al no anteponer la seguridad alimentaria de los ciudadanos europeos, y con el apoyo de Italia, que pasó de abstenerse a votar a favor, ha facilitado que la Comisión Europea tuviera las manos libres y diera por finalizada la moratoria, intención que había anticipado en un comunicado de febrero de este año. Poca seguridad ciudadana permite una legislación que, además de ser insuficiente, no es aplicada por Gobiernos que, desoyendo advertencias fundadas y con autoridad científica sobre los riesgos para la salud y el medio ambiente, prefieren someterse a las presiones de las multinacionales biotecnológicas, en lugar de defender como así les pide la ciudadanía, el derecho a la salud y al medio ambiente.

Gak de CAES,
Editorial de Boletín de Agricultura y Consumo Responsables, junio 2004

Cinco caballos de Troya



EEUU unilateralmente ha dividido al planeta en cinco regiones militares, que corresponden a Comandos militares a cargo de sendos Comandantes de Combate (Combatant Commander; CINC), cada unos de los cuales responde directamente al Secretario de Defensa (hoy Donald Rumsfeld), quien a su vez responde al Comandante en Jefe (Commander in Chief) que es el presidente (G.W. Bush).

Según Washington, existe en el mundo una franja activa de conflicto, que llama 'el arco de inestabilidad' desde la región andina (incluída Colombia), norte de Africa, Oriente Medio, centro de Asia y Filipinas e Indonesia.

EEUU tiene 9 Comandos de Combate. Cuatro de ellos, estan deslocalizados geograficamente y tienen responsabilidades funcionales, son los Comandos de Fuerzas Conjuntas, Estratégico, de Transporte y el de Operaciones Especiales (USSOCOM).

Los cinco restantes, tienen una posición y una región geográfica definida en el mundo sobre la que vigilan. Cada uno de estos últimos, constituye una estructura de coordinación y comunicaciones con presencia permanente en la región, potencialmente lista para ser activada y actuar como 'centro de control de operaciones', en cuanto se suscite un conflicto que requiera, a juicio del presidente y el secretario de defensa, el envío, despliegue y concentración masiva de las fuerzas de combate de EEUU.

La llamada area 'central' del planeta, que es una de las regiones de mayor interés geoestratégico para EEUU, y con enorme cantidad de materias primas de su necesidad, está 'atendida' por el Comando Central (United States Central Command (USCENTCOM)), situado directamente en el punto medio del area conflictiva.

Este Comando, es consecuencia de la proyección del poder militar de EEUU en los 80's, sobre Oriente Medio y Este de Africa, en que condujo operaciones en Libia, Chad y Sudán. Fue reactivado en 1983 por mandato de Ronald Reagan en su concepción del 'Imperio del mal' (URSS) y el 'Imperio del bien' (EEUU), mas tarde actualizada por Bush como el 'Eje del mal'.

Actualmente, sigue orientado a dirigir el poder militar de EEUU sobre la región de Oriente Medio.

Su llamada 'área de responsabilidad' (AOR) incluye 25 países, desde el 'cuerno' de Africa, zona norte del mar Rojo península arábiga, Irak y parte de Asia central.

Vigila a Somalia, Etiopía, Sudán, Eritrea, Kenya, Djibouti, Egipto, Jordania, Arabia Saudi, Kuwait, Bahrein, Qatar, Oman, Emiratos Arabes Unidos, Yemen, Irán, Irak, Afganistan, Paquistan, las exrepúblicas de la URRS Turkmenistan, Tajikistan, Uzbekistan, Kygykistan y Kazahkistan.

Sus Puestos principales de comando (que fueron construídos en 3 meses) se hallan en Qatar y en Kuwait (Doha), enlazados a la central en Tampa (Florida, EEUU) a 16.000 km de distancia.

Este y los otros puestos, responden a la concepción de una 'estructura de comando regional centralizado'.

Funcionan en parte como centros de comunicación globales, al punto de recoger información de cualquier lugar del mundo y enviarla en forma segura, a cualquier otra parte en tiempo real (que por otro lado es una condición necesaria para un mantener un dominio imperial global).

Proveen información, incluso en tres dimensiones (3D), de lo que sucede a cada momento en un area de combate y sus alrededores antes que el enemigo, y además de las actividades 'insurgentes', de modo que se intenta penetrar en el ciclo de decisiones del enemigo.

También analizan lugares específicos en colaboración con la Inteligencia, para rastrear y ubicar individuos, y guiar a las fuerza convencionales y especiales hasta capturarlos o matarlos.

Tienen además un nivel tecnológico de comunicaciones tal que, las operaciones bélicas puedan ser dirigidas desde miles de kilómetros de distancia, practicamente como si se estuviera en el lugar.

La idea sobre las comunicaciones, se remonta a 1958 (después que la URSS sorprendió a EEUU con el lanzamiento del Sputnik I), cuando los militares crearon el organismo ARPA (hoy DARPA : Defense Advanced Research Projects Agency), con la misión de prevenir las sorpresas tecnológicas para EEUU, y crearlas para sus enemigos. Sus científicos comenzaron a desarrollar las comunicaciones, y conectaron computadoras entre sí formando una red para lograr un sistema de baja vulnerabilidad ante ataques, que luego dio origen a Internet.

Por otro lado, los comandos regionales están concebidos para sustentar el control operacional para un 'despliegue rápido' de Fuerzas de Tareas a cualquier punto del planeta, y actúan en conexión con unas 1000 bases militares conocidas que EEUU tiene instaladas en mas de 140 países, y que con su política de 'reposicionamiento' sigue instalando nuevas, dentro de los distintos países colaboracionistas e invadidos, especialmente construyendo un nuevo anillo de bases sobre el ecuador.

Además tiene unas 6000 bases militares en su territorio. A todas estas, hay que sumar un importante número no determinado de bases e instalaciones secretas y de espionaje.

Los otros 4 puestos de comando de combate unificado son :

El Comando Europeo (USEUCOM), con puesto central en Alemania, que vigila mar, tierra y aire de 91 países de Europa, la mayor parte de Africa y centro-norte de Asia.

El Comando del Pacífico (USPACOM) situado en Hawai (Honolulú), que vigila 43 países del sur de Asia, Australia y la Antártida.

El Comando del Sur (USSOUTHCOM) con centro en Miami (Florida, EEUU) que vigila 31 países de parte de América Central y toda América del Sur.

Y el Comando del Norte (USNORTHCOM) creado recientemente, después de las operaciones del 9/11 de 2001 en EEUU, vigila su propio territorio.

EEUU 'manifiesta' que los objetivos de los 5 Comandos Centrales globales mencionados, son aumentar la 'estabilidad regional' y demostrar su compromiso permanente con los intereses de la 'seguridad nacional' en la región. Para ello, sostiene que debe mantener un activo programa de acciones conjuntas con los países de la región, entre otros, ejercicios militares conjuntos, programas de entrenamiento y capacitación para los integrantes de las fuerzas armadas de los países, asistencia humanitaria, sanitaria y de seguridad.

Por otro lado, es probable que en el fondo dentro del 'ciclo económico mundial', la mayoría de los países a quienes este formidable aparato militar 'vigila', terminen financiando su propia vigilancia y aún su propia destrucción, dado que el dólar estadounidense es hasta ahora la principal moneda de cambio utilizada en la transacciones internacionales, y es ese país (grupo de banqueros) el que controla la emisión de aquel papel moneda.

sábado, 17 de enero de 2009

Confesiones de un agente secreto

El acta del interrogatorio al general Dan Ayalon, que se transcribe a continuación, llevado a cabo por el Comité de Reconciliación- formado por Mustafa Nasashshibi, presidente; Yossi Atzmon, vicepresidente, y Svetlana Kuznetsova, secretaria ), tiene fecha del 12 de junio de 2015, es decir, unos años después de la unificación de Palestina en un único Estado: el reino de Canaá. No obstante, la confesión del último jefe del servicio de seguridad israelí se consideró tan extremadamente sensible que su publicación se ha demorado hasta ahora, ¡el año 2035!

Presidente: Hablemos de los atentados camicaces de los años 1990 y 2000. ¿Cómo no pudieron evitarlos?



Ayalon: Antes de hacerlo, permítame recordarle que nada de lo que voy a contar puede ser utilizado en mi contra de acuerdo con lo previsto en la Ley de Reconciliación. Espero abandonar este edificio como un hombre libre.



Secretaria: Por supuesto. Todos los que estamos aquí lo sabemos. Hable con toda libertad



Ayalon: Los atentados suicidas no se produjeron por negligencia nuestra, ni por impotencia, muy por el contrario, aquellos atentados constituyeron nuestro éxito más importante.



Vicepresidente: ¿Qué quiere decir por “éxito”? ¡Centenares de inocentes israelíes fueron asesinados!



Ayalon: ¿Se acuerdan del inicio de los años 1990? Tras la victoria electoral de Rabin, Cisjordania y la franja de Gaza quedaron totalmente separadas de Israel. Se instalaron puestos de control, y se prohibió a los obreros palestinos que vinieran a trabajar a las ciudades israelíes. Fueron remplazados por decenas de miles trabajadores, que trajimos de Tailandia y China. Los obreros palestinos tampoco encontraron trabajo en su tierra, confiscada por los colonos y el ejército israelí. Expulsados de sus tierras, encerrados en sus pueblos y aldeas, los palestinos se vieron obligados a resistir. Y nosotros fuimos incapaces de anular por completo la resistencia palestina. Fue nuestro primer fracaso, nuestra primera jactancia rectificada. Teníamos que ceder en algo para canalizar su resistencia hacia alguna vía de expresión admisible, pero fue nuestra segunda fanfarronada. La tercera, fue mantener nuestra ventaja principal, es decir: su relativa inexperiencia en temas militares.



Formar a un soldado lleva tiempo, al menos seis meses para los novatos. Un soldado que ha sobrevivido a unas pocas batallas vale más que diez bisoños. Con la experiencia, un combatiente se vuelve al mismo tiempo más audaz y más prudente. Temíamos que durante el desarrollo de la resistencia se pudiera formar una guerrilla bien entrenada que pudiera poner en peligro nuestra ocupación de Palestina.



Presidente: ¡Qué tontería! En 1993, Arafat volvió a Ramala y Gaza con miles de luchadores aguerridos que habían combatido en Líbano y Jordania.



Ayalon: Los guerrilleros de Arafat, una vez conseguido un salario ya no querían combatir. Querían gobernar lo que se les dejara dirigir. Tenían todavía que aprender cómo funcionaba Palestina ya que el país había cambiado mucho desde 1967 y ellos habían tenido poco contacto con su tierra desde entonces. En resumen, el ejército de Arafat no nos preocupaba. La gente que sí nos inquietaba eran los jóvenes de la primera Intifada. Eran valientes, audaces, conocían el país como la palma de su mano y no nos temían. Podíamos romper sus brazos -tal como nos ordenó Rabin- pero no quebrantar su moral.



Una vez, durante una reunión de toma de decisiones en mi despacho- fue en 1993- Motti, el jefe de la sección de operaciones psicológicas, dijo :



- No podemos parar sus ataques pero se puede eliminar a todos los atacantes.



- ¿Cómo podríamos hacerlo?



- Podemos crear un virus autodestructivo e inocularlo en los jóvenes.



- ¿Qué quieres decir? ¿Un virus?



- Un virus de sistema, como el que ataca a los ordenadores. Disponemos de la mayor fuerza del mundo: nuestro control de los medios de información. A través de ellos, glorificaremos a quienes mueran y no a quienes sigan luchando. Lo que quiero decir es esto: promovamos sus atentados suicidas.



La propuesta no tenía sentido para mí y así se lo dije. Los “atentados suicidas” que conocíamos en aquella época se llevaban a cabo, en general, por medio de coches cargados de explosivos en Líbano. En la mayoría de los casos, el conductor no sabía lo que llevaba: si no hubiera tenido probabilidades de escapar. Nuestros dos héroes de 1948 (http://www.lahaine.org/index.php?p=14871) condujeron un camión abarrotado de explosivos hasta el Ayuntamiento de Jaffa; estaban dispuestos a morir junto a sus enemigos, pero el mecanismo de efecto retardado funcionó de maravilla: asesinaron a 30 árabes y nuestros héroes pudieron escapar. Un auténtico atentado suicida normalmente se dirige contra un objetivo por el que merece la pena morir, como la Base de los marines en Beirut en 1983, en el que el conductor suicida murió pero se llevó con él a 250 marines y fue la causa de la retirada de las tropas estadounidenses de Líbano.



- No, contestó Motti, no quiero decir coches. Con los coches, el terrorista puede escapar. Les animaremos para que lleven los explosivos en el cuerpo.



Yo no estaba convencido en absoluto. ¿De dónde íbamos a sacar a semejantes suicidas idiotas? Un árabe no puede acercarse a ningún objetivo importante en Israel. No tiene oportunidad de entrar en una base militar, ni de llegar a un ministerio, o a la casa de un hombre importante. De manera que tendría que dirigirse a un objetivo menor, y ¡para ello moriría un luchador altamente cualificado.¡ Mal negocio para la resistencia! Pero Motti tenía un plan:



- Para hacerles entrar al trapo, deberíamos dejarles que tuvieran algún éxito, un buen resultado. Después, cuando se hayan enganchado, sus éxitos disminuirán pero nosotros habremos conseguido nuestro objetivo: los palestinos mejores y los más valientes y nobles, morirán.



Sacó su cuaderno de apuntes y se puso a diseñar el esquema. Su idea era la siguiente: a través de nuestros agentes infiltrados en la resistencia, se enviaría a los terroristas a hacer volar autobuses. Nosotros sabríamos sus planes y los ayudaríamos a cruzar los puestos de control. Al mismo tiempo, nuestras relaciones con los medio de información nos permitirían exagerar nuestra incapacidad frente a esta amenaza, que podría calificarse como “el arma secreta de los árabes”. Un buen diseñador de moda de Tel Aviv crearía una cinturón sexy con explosivos para los mártires. Todos los periódicos y emisoras de televisión escribirían sobre ellos. Tendrían difusión y atraerían a jóvenes seguidores, mientras que las explosiones que fueran realmente peligrosas para nosotros serían mantenidas en secreto y silenciadas.



Presidente: ¿Por qué decidieron aplicar esa técnica precisamente entonces, en 1993, y no antes?



Ayalon: Por dos razones, pero sólo una de ellas se discutió abiertamente. En aquellos momentos, un movimiento islámico clandestino daba los primeros pasos y preparaba operaciones de resistencia armada; era un movimiento que carecía de cuadros experimentados pero que estaba impaciente por demostrar de qué era capaz. Estaban dispuestos a hacer lo más difícil y la idea de obtener resultados sin necesidad de un periodo largo de entrenamiento les apremiaba. Además atraían a jóvenes, hombres y mujeres, con inquietudes espirituales, dispuestos a sacrificar sus vidas.



Vicepresidente: ¿Y cuál era la segunda oculta razón?



Ayalon: Bueno, ninguno de nosotros teníamos simpatía por Yizhak Rabin, ni por la rama izquierdista del partido laborista ni por los Acuerdos de Oslo. Pensamos que si, de una tacada, nuestro plan servía para hacer fracasar a la izquierda israelí y llevar al Likud al poder, no sería un mal negocio. ¡Y así se hizo!



Secretaria: ¿No tenían corazón? ¿Cómo pudieron permitir que sus enemigos asesinaran a los inocentes pasajeros de los autobuses?



Ayalon: Señores, no podíamos desaprovechar la cólera de los palestinos. Alguien tenía que ser asesinado pero nosotros nos permitíamos el lujo de decidir qué tipo de asesinatos iban a recibir la luz verde. Si no les hubiéramos permitido hacer saltar por los aires a la chusma que se desplaza en autobús, ellos podrían haber alcanzado otros objetivos más dolorosos y concretos. Piensen en Rehavam Zeevi, el ministro(1). Se le disparó en un hotel de Jerusalén y su asesino escapó. Fue terrible: hoy matan a Gandhi (apodo de Zeevi) y ¡mañana pueden matar al primer ministro!



Vicepresidente: O incluso a usted.



Ayalon: ¡Incluso a mí! Podían apuntar a objetivos concretos y hacernos la vida difícil porque esos objetivos podían parecer justificados ante la opinión pública extranjera, y puede que también ante la israelí. Ocultamos un plan para asesinar a los contratistas encargados de la construcción del Muro. Sus nombres eran de dominio público y no podíamos protegerlos a todos. Dos o tres atentados con éxito y no hubiéramos encontrado ningún contratista dispuesto a hacerlo. Ellos podían elegir como objetivo a gentes conocidas por su crueldad. Por ejemplo, un periódico israelí publicó una entrevista con el “capitán George”, (“Captain George”), un oficial del Shabak(2) que violó a la prisionera libanesa, Dirani. El periódico daba suficiente información como para encontrarle y había un grupo palestino que intentaba localizar a la “bestia”, como le calificaba el periódico. Otro grupo planeaba una tentado contra el colono Avri Ran que aterrorizaba a los campesinos de Yanun.



Podían hacerse con una página de nuestra agenda y asesinar a eminentes partidarios de Israel: editores, periodistas, políticos en Estados Unidos y Europa. Algo que rápidamente nos restaría apoyo de base como en su momento ocurrió con el asesinato de Lord Moyne en 1944, aunque es cierto que el Talmud dice “adam karov etzel atzmo”: ¡el hombre se preocupa por encima de todo de su pellejo! Por todo ello, dimos luz verde a los atentados contra los autobuses. Sólo una vez que el modelo quedó establecido, y todos los niños palestinos soñaban con la gloria de los camicaces, impedimos los atentados contra ellos. A partir de entonces, los atentados suicidas tuvieron poco éxito: mercados, lugares frecuentados por marginados, puestos de comida basura. La media de sus atentados fue de 1,4 israelíes asesinados pero incluso ese 1,4 estaba formado por pobres, pensionistas y gentes sin importancia.



Vicepresidente: ¿Cómo puede decir algo sí de sus compatriotas judíos?



Ayalon: En mi juventud, me reuní con Yitzhak Sade, el jefe de la Haganah(3), el héroe de 1948. Le pregunté por el buque Patria cargado de refugiados que él y sus hombres hundieron en el puerto de Haifa asesinando a 250 judíos.¿No tenía remordimiento de conciencia? Él me contestó: para que el pueblo judío viva eternamente, en ocasiones hay que matar a judíos. Pero hicimos cuanto pudimos por ahorrar vidas de judíos. Por ejemplo, una de nuestras operaciones mejor preparadas fue dirigida contra los rusos. Resultó un gran éxito: las víctimas fueron principalmente inmigrantes rusos no judíos que iban a profanar el Shabat en una discoteca al lado del mar; pero aquella explosión sirvió para integrar a la comunidad rusa en nuestro seno. Antes del suceso, se sentían poco solidarios con Israel.



Organizamos, además, la estancia del ministro de asuntos exteriores alemán, Yoshka Fischer en un hotel y una habitación desde la que se veía la discoteca. No resultó sencillo porque nunca se había alojado en ese hotel a huéspedes importantes, ya que estaba demasiado lejos del centro de Tel Aviv. Pero nuestra gente le convenció asegurando que era más moderno y confortable. Se alojó allí, fue testigo prácticamente en directo de la explosión y se convirtió en fervoroso partidario de la causa judía.



Presidente: ¿Cómo pudieron hacer llegar la bomba a aquel lugar?



Ayalon: En aquel caso, el terrorista estaba en nuestra nómina y no tenía ni idea de que el maletín contenía explosivos. Uno de nuestros agentes lo llevó a la discoteca y le dijo que entregara el maletín al gerente de la sala. En otros, nuestros agentes infiltrados en la resistencia dirigieron a los terroristas. En cualquier caso, los terroristas no comprendían a la sociedad israelí: por ejemplo, un prometedor estudiante de Nablus se suicidó en el mercado del Carmel en Tel Aviv. Él pensaba que en Tel Aviv, como en Nablus, todo el mundo va al supermercado. El resultado fue que mató a dos pensionistas y un inmigrante chino con su inmolación. De manera que no se trataba de operaciones infalibles al 100% ya que algunos terroristas se hicieron volar donde no habíamos previsto pero incluso así, ellos ya no estaban en condiciones de volver a atacar. Ellos morían siempre y eso era lo mejor de nuestro plan.



Piense sólo en lo que podían haber hecho si se hubiera actuado de otra forma. ¿Recuerdan al francotirador de Wadi Haramiyeh, que disparó y mató a diez de nuestros soldados? Su principal ventaja fue la de actuar en solitario por lo que ninguno de nuestros agentes pudo avisarnos con antelación. Él no pretendía morir, sino matar. Si hubiera habido muchos enemigos como él nuestra dominación se hubiera venido abajo rápidamente.



Secretaria: Pero los camicaces no se dieron sólo en Palestina sino en Iraq y por todas partes. ¿Pretende que también fueron obra suya?



Ayalon: No, y eso es lo mejor del asunto. Una vez que nosotros pusimos en marcha el modelo, la gente podía copiarlo. Realmente, la gente siempre imita todo aquello que tiene buena publicidad. Como en aquella época teníamos una gran influencia en los medios de información de todo el mundo (de cuya mayoría éramos los propietarios) podíamos hacer relaciones públicas con todo lo que nos interesara. Si hubiéramos dador la máxima cobertura al francotirador de Wadi Haramyeh, al día siguiente centenares de jóvenes hubieran intentado imitar su actuación. Esa fue la razón de que silenciáramos su nombre. Sin embargo, los atentados suicidas siempre tuvieron la mayor difusión. Resulta divertido que una invención nuestra se haya convertido en un símbolo islámico, a pesar de que con anterioridad a 1993 ningún musulmán había participado nunca en atentados de ese tipo. Para ocultar este hecho, nuestros periodistas y nuestros especialistas del mundo universitario consiguieron introducir la confusión al hablar de los heréticos “Asesinos”(4) y de los atentados con coches bomba en Líbano, aunque ellos tuvieron la oportunidad de sobrevivir a pesar de haber llevaedo a cabo atentados contra objetivos importantes. Nosotros inventamos el único método seguro para matar a lo mejor de la juventud palestina y musulmana a un bajo precio, al inocularles nuestro virus de la autodestrucción incubado a través de los medios.



Presidente: La Comisión se va a retirar para la deliberación. Espere aquí, por favor. (Unos minutos después) Le agradecemos su franqueza, general. Usted asegura que tantos jóvenes, mujeres y hombres -la flor y nata de la juventud palestina-, murieron de esa manera tan horrible e inútil. La revelación de lo que fue una maniobra de ustedes destrozaría la vida de sus ancianos padres que se sienten orgullosos de ellos. Además, usted no ha presentado prueba alguna de su versión de los hechos: puede ser una simple fantasía de su imaginación. Por ello, lo mejor para todo el mundo es dejar que los héroes muertos descansen en paz. Así que, en aplicación del artículo 12b de la Ley de Reconciliación, declaro cerrado este asunto y ordeno que se mantenga en secreto durante 50 años.



* http://www.imdb.com/title/tt0445620/ [Paradise Now, película de Hany Abu Assad sobre los terroristas suicidas]

http://www.israelshamir.net/English/ParadiseNow.htm









Notas



1- N.T.: Ministro israelí de Turismo, asesinado en Jerusalén en 2001, pertenecía a la rama ultraderechista del Likud y defendía la expulsión de más de tres millones de palestinos de Gaza y Cisjordania a los países árabes vecinos.



2- N.T.: Servicios secretos de Israel



3- N.T.: Organización paramilitar terrorista, creada en 1920.



4- N.T. Secta chií que, en la Edad Media, constituyó una sociedad secreta. Sus miembros obedecían las consignas de eliminar a los enemigos políticos y religiosos.

Haiti, el fracaso de la solidaridad

Profundo análisis sobre las organizaciones laborales internacionales más prominentes en Haití, la CIOSL, AFL-CIO, OIT y ORIT, que trabajaron por apoyar y fortalecer a los sindicatos que clamaron por el derrocamiento del gobierno democráticamente elegido haitiano. Simultáneamente, se han negado a denunciar los despidos masivos y persecución de los trabajadores públicos y sindicalistas cometidos por su sucesor ilegítimo.

El 16 de febrero de 2004 llegó un grupo de sindicalistas extranjeros a Port-au-Prince, Haití, entre ellos el secretario general de la ORIT [Organización Regional Interamericana de Trabajadores], Víctor Baez, el asistente al secretario general de la CIOSL [Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres], Mamounata Cissé, y dirigentes sindicales de Francia, Canadá, Guyana y una federación sindical global. El propósito de la delegación era de auxiliar a 11 miembros de la Coordination Syndicale Haïtienne (CSH), acusados por las autoridades haitianos de conspirar contra el gobierno. La delegación laboral recibió cobertura internacional en los medios de prensa, tal como explica Katia Gil, coordinadora general de programas de la ORIT: “Fuimos a visitarlos a la cárcel. Fuimos con muchos periódicos y agencias de prensa locales e internacionales.”1 Apenas 13 días después de su llegada, el 29 de febrero el gobierno popular del movimiento Lavalás fue derrocado y fue exiliado a la África su presidente, Jean-Bertrand Aristide. Pronto fue instalado un gobierno interino, de la burguesía haitiana, y apoyado por los Estados Unidos, Francia y Canadá. “Después del golpe de estado, más de 12,000 empleados públicos, contratados bajo el gobierno de Aristide, fueron inmediatamente despedidos sin remuneración,” escribió Isabel MacDonald, una periodista canadiense al entrevistar a trabajadores cesantes en Haití.2 La Associated Press informó el 12 de mayo de 2004 de que la empresa estatal telefónica, Telecommunications D’Haiti (TELECO), había anunciado su intención de despedir a 2.000 trabajadores, la mitad de su fuerza laboral. En mayo de 2004, una investigación de una delegación sindical-ecuménica enviada por el Consejo Laboral de San Francisco informó de una caza de brujos contra los simpatizantes del gobierno derribado y denuncias de la Federación de Trabajadores de Transporte de Haití (FTPH ) sobre atentados contra más de 100 de los autobuses que habían comprado para su uso en la cooperativa de transporte que manejaba el sindicato.3 Sasha Kramer, un estudiante de posgraduado de California, tomó fotos de los autobuses destrozados. Hubo amenazas de muerte e inclusión en listas policíacas de “prófugos” contra los empleados públicos y sindicalistas tales como los maestros, estibadores y chóferes de autobuses a lo largo del país. Con un número desconocido de asesinados y presos políticos del golpe y de los 26 meses posteriores de gobierno no elegido, varias organizaciones de derechos humanos denunciaron la violencia y persecución oficialista (marzo de 2004-mayo de 2006). En las semanas antes del golpe, las empresas y organizaciones antigubernamentales convocaron un “paro general,” durante el cual los bancos, gasolineras, supermercados y tiendas cerraron las puertas mientras los mercados de los pobres se mantuvieron abiertos.4 En una entrevista reciente, Duclos Benissoit, el fundador de la Federación Haitiana de Transporte actualmente exiliado in Nueva York, habló de sus experiencias durante el golpe de 2004: “Las personas que se arriesgan, los que oponen resistencia, cayeron primero. Yo fui una de esas personas. Yo me opuse a cualquier tipo de ‘huelga’ que convocara el patronal. A menos que los trabajadores la convocaran, les dije a los compradores que no hicieran caso a otras ‘huelgas.’ [A las grandes empresas y fuerzas nacionales] no les gustó esto.”5 La delegación de la CIOSL en febrero de 2004, justo antes del derrocamiento de Aristide, “visitó a muchas personas pero sólo aquellas que estaban involucradas con la oposición al gobierno, por supuesto,” explica Katia Gil. La Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL), que afirma tener 157 milliones de afiliados en 148 países y territorios, desempeña un papel importante en la investigación y denuncia de los maltratos laborales en todo el mundo; pero durante los dos años después del golpe de estado, la CIOSL no ha hecho una sola declaración o denuncia respecto a las masivas persecuciones laborales. La Organización Regional Interamericana de Trabajadores (ORIT), el afiliado latinoamericano de la CIOSL con sede en Brasil, también guardó silencio. La CSH, la “organización fraterna de la CIOSL/ORIT en Haití” según Víctor Baez,6 fue miembro del Grupo de 184 y dio su respaldo a la instalación del gobierno interino. Esta organización está compuesta principalmente por sindicatos y organizaciones laborales opuestos a Lavalás, tales como la Fédération des Ouvriers Syndiqués (FOS), anteriormente avalada por Duvalier y financiado por el gobierno estadounidense. El secretario general de la CSH, Fritz Charles, explica, “Nos unimos al Grupo de 184 porque es una organización amplia de la sociedad civil que predica un pacto social en el cual queremos desempeñar un papel, donde también queremos apoyar los reclamos presentes en nuestra agenda sindical, ratificada por nuestra asamblea general.”7 El Grupo de 184, una organización haitiana de ONGs, empresarios y grupos de derechos humanos financiados por intereses extranjeros, fue la organización de la sociedad civil que agitó por el derrocamiento del gobierno elegido. Su dirigente fue André Apaid hijo, notorio dueño de fábricas explotadoras de los trabajadores.8 Los Estados Unidos, la Unión Europea y Canadá enviaron dinero, dedicado al “fomento de la democracia,” casi exclusivamente a los grupos y organizaciones contrarios al gobierno elegido de Haití. En algunos casos, se usó para construir activamente una oposición política tal como los grupos que componían el Grupo de 184. En otros, sencillamente apoyaba y financiaba a los sectores y dirigentes que criticaban fuertemente al gobierno. Fabiola Cordove, una funcionaria de la Fundación Nacional para la Democracia (NED) en Washington, DC que patrocina a varios grupos de oposición, explica, “Aristide realmente tenía el 70% del apoyo popular y por otro lado los otros 120 partidos tenían el 30%, partido en ciento veinte formas diferentes, con que es esencialmente imposible de competir.9 A la vez que los gobiernos e instituciones financieras extranjeras favorecían a la oposición burguesa, los medios locales e internacionales hacían lo mismo. Los medios haitianos, propiedad de la burguesía opositora, replicaron la manipulación que emplearon los medios durante el golpe frustrado en Venezuela de 2002. Se negaron a informar sobre las manifestaciones pro-Aristide pero dedicaron largos períodos de tiempo a las marchas mucho más pequeñas de la oposición, que desfilaron por las calles atrás de “elegantes motocicletas BMW y enormes vehículos deportivos Mercedes Benz,” según un testigo.10 Ya para principios de 2004, el gobierno haitiano había sido debilitado y sus masas de simpatizantes empobrecidos, así como la oposición, se sentían cada vez más agredidas. En los meses y semanas antes de que llegara la delegación sindical de la CIOSL, reinaba el caos cuando mercenarios del ejército licenciado, estacionados en la República Dominicana, invadieron a Haití, dotados de camiones deportivos nuevos y hasta aviones. Hacía años que estos mismos paramilitares habían realizado incursiones violentas a Haití, asesinando a policías, funcionarios públicos y civiles por igual. Un funcionario de la OEA me confesó recientemente de que la organización nunca intentó investigar a los grupos armados ni presionar a la República Dominicana para que los extirpara. Por otro lado, el gobierno haitiano estaba asediado por un embargo económico impuesto por el gobierno de Bush desde 2000, y por lo tanto incapaz de fortalecer a la pequeña fuerza policial para combatir a los mercenarios. Pero a la CSH, al igual que muchos otros grupos de oposición afiliados al Grupo de 184, no hacía falta la ayuda internacional – ayuda que se negaba al gobierno haitiano. Fritz Charles explica que la CSH recibía dinero, apoyo técnico y ordenadores de la ORIT y la Organización Internacional de Trabajadores (OIT), el cual, aunque pareciera ser una organización laboral, es en realidad una instancia tripartita de la ONU que agrupa a organizaciones sindicales y patronales y gobiernos.11 Según la coordinadora de la ORIT, Katia Gil, “Desde 2000, hemos tenido el apoyo de fondos de solidaridad internacional de la CIOSL para ayudar con un programa de formación sindical, organizando a los trabajadores en Haití … ayudamos a construir la CSH, y suministramos parte del apoyo para la infraestructura para crear un lugar donde los trabajadores haitianos [la CSH] pudieran planear y manejar su propio proceso.”12 La CIOSL sigue suministrando una cantidad secreta de financiamiento para los programas para los programas de la CSH. Charles también se refiere al financiamiento por la OIT de seis seminarios para la CSH, conducidas por André Lafontant Joseph (secretario-general del sindicato de maestros de escuelas privadas, la CNEH).13 Lafontant fue el autor de una investigación importante financiada por la OIT sobre el movimiento laboral haitiano14 y su sindicato, la Confédération Nationale des Educateurs d'Haiti (CNEH) protagonizó los esfuerzos después del golpe para minar a los maestros de escuelas públicas en el norte de Haití.15 Según la investigación de Lafontant, titulada, “Le Mouvement Syndical Haitien,” la ORIT, entre otros grupos, “alentó a más de aproximadamente quince organizaciones para que formaran la Coordination Syndicale Haïtienne (CSH).”16 Ana Jiménez, empleada de la oficina de la OIT en San José, dice que la OIT ha provisto “cooperación técnica....un programa que tiene como objetivo fortalecer el movimiento sindical haitiano, en particular la Coordination Syndicale Haïtienne (CSH). Este programa se financia dentro del presupuesto ordinario de la Oficina…el cual no pasa de los $70.000.”17 La OIT actualmente tiene dos proyectos más en Haití, un proyecto en Gonaives que vale US $413.000 (parcialmente financiado por el Programa de Desarrollo de la ONU) y un proyecto financiado por el gobierno de Canadá que se desempeña en el medio de la explotación del trabajo infantil con un presupuesto de US $382.374.18 La American Federation of Labor-Congress of Industrial Organizations, unión de federaciones sindicales estadounidenses] trabaja de cerca con la OIT, según Harry G. Kamberis, asesor experimentado del Centro de Solidaridad de la AFL-CIO: “Mediante nuestros representantes en la OIT nosotros apoyábamos lo que trataba de hacer la OIT también.”19 Kevin Skerrett, investigador para el Sindicato Canadiense de Empleados Públicos (CUPE) quien visitó Haití como delegado laboral, argumenta, “No hay muchas pruebas para sugerir que la CSH verdaderamente funcione como sindicato en lo más mínimo. No he visto ningún informe de que hayan participado en la negociación de contratos, ni que tengan reuniones democráticas de sindicatos afiliados para adoptar sus políticas democráticamente. Varios de los sindicalistas con que yo hablé en Haití y entre los exiliados de la diáspora después del golpe han sugerido que la CSH apenas se formó al final de la década de 1990 y con la participación importante de agencias estadounidenses y extranjeras. Aunque siguió funcionando como un tipo de grupo de ‘abogacía’ a favor de los trabajadores haitianos, no está claro de que pasaran de ser nada más que un número pequeño de personas que formaron parte de la oposición política a los gobiernos de Preval y luego de Aristide.”20 Basta decir: dirigido por Fritz Charles, la CSH se volvió la base principal para reclutar a dirigentes laborales al programa del Grupo de 184. Al mismo tiempo, en Canadá, aunque el Congreso Laboral Canadiense (CLC) denunció el papel de Canadá en legitimar el golpe de estado de 2004 contra el gobierno democráticamente elegido,21 ha dejado de investigar los despidos masivos y persecución de los trabajadores públicos en Haití – igual a sus homólogos. En una declaración de abril de 2004 del CLC, el grupo se comprometió a “monitorear” la situación de los derechos humanos y laborales en los meses venideros en Haití, algo que nunca hizo.22 Desde Bruselas la CIOSL desempeñó un papel destacado en circular informes y boletines dentro del movimiento laboral europeo – y hasta cierto grado el movimiento laboral norteamericano a través de la OIT, los cuales, aunque informaban sobre algunas vulneraciones laborales reales, también hacían acusaciones infundadas. Por ejemplo, atribuyeron al gobierno de Aristide la responsabilidad por las muertes en 2002 de dos militantes laborales en el área rural de Guacimal, cerca del pueblo de St. Raphael; asesinatos realizados por empleados de un terrateniente local, no por “partidarios del gobierno,” tal como sostuvo un opositor a Aristide.23 Demostrando el “efecto eco” de tales acusaciones, un empleado del Centro de Solidaridad de la AFL-CIO recién hizo la declaración infundada de que “Aristide voló sobre Guacimal en un helicóptero, disparando contra los trabajadores.”24 Aunque las condiciones de trabajado siguieron siendo muy malas y persistió la corrupción, en medio de la desestabilización extranjera el gobierno de Aristide tomó algunas medidas para ayudar a los trabajadores. Se aumentó el salario mínimo de 36 gourdes a 70 gourdes al día a principios de 2003, se negoció exitosamente el derecho de organizarse en la zona franca, se anuló una disposición del código laboral que permitía el trabajo doméstico de niños, y se aprobó una ley que sanciona el tráfico humano. Se formó una unidad policial de 20 efectivos para vigilar los casos de tráfico humano en la frontera, mientras que se tomaron medidas para fomentar el acceso a la educación, ofreciendo un subsidio del 70% para costear los artículos escolares y haciendo un llamado a las familias que empleaban a los niños para que los dejaran ir a la escuela. En el segundo mandato de Aristide (2000-2004) también se negó a privatizar las industrias del sector público, tal como pedía el FMI. Después del golpe de estado se suspendieron muchas de las reformas laborales y muchos patrones volvieron al salario mínimo antiguo. La OIT, CIOSL y ORIT no fueron las únicas organizaciones laborales que apoyaron a la oposición al gobierno de Aristide e hicieron caso omiso de la persecución de los trabajadores del sector público después de su derrocamiento. El 1 de marzo de 2004, la AFL-CIO publicó su única declaración acerca del aplazamiento de la democracia en Haití, diciendo que la “actual crisis en Haití representa un fracaso de la política exterior estadounidense.”25 Pocas semanas después, la AFL-CIO y su instancia en el Departamento de Estado, el Centro de Solidaridad, entablaron conversaciones con la Batay Ouvriye (BO), una organización laboral anti-Aristide que había clamado que el gobierno “saliera del país.”26 Para mediados de 2005 el gobierno de Bush había concedido dos subvenciones al Centro de Solidaridad para su programa con la BO. La primera, de US $350.000, se otorgó al Centro de Solidaridad en mayo de 2005 a través del “Departamento de Derechos Democráticos y Laborales” del Departamento del Estado y la segunda, de US $99.965, se otorgó en septiembre de 2005 a través de la NED – también proveniente del Departamento de Estado.27 Teresa Casertano, directora regional para las Américas del Centro de Solidaridad, estaba a cargo de las subvenciones. Ella explica, “Proveemos un servicio que es un servicio educativo, para formarlos, para compartir con ellos nuestros conocimientos y habilidades en lo que es la organización sindical... Organizando a los miembros, orientando a los miembros nuevos, la negociación y ejecución de contratos, representantes en los centros de trabajo.”28 Un requerimiento de las subvenciones es que el Centro de Solidaridad presente informes trimestrales a las agencias financieras, la NED y el Departamento de Estado. Explica Casertano, “Escribimos una propuesta que se presentó. Un formato muy reglamentario con los objetivos, actividades y procedimientos de evaluación… Conque hubo un acuerdo de subvención basado en eso, el Departamento de Estado desembolsó los fondos para esas actividades programadas... La subvención específica tiene un requerimiento de presentar informes trimestrales… Luego escribimos eso y lo presentamos como informe trimestral.” En este programa en particular con la Batay Ouvriye (BO), el Departamento de Estado pidió que se prolongara el programa, tal como explica Casertano, “Sí nos pidieron que lo prolongáramos de un año a 18 meses con la misma suma de financiamiento, y aceptamos.” Kamberis delinea más la colaboración entre el gobierno y el Centro de Solidaridad de la AFL-CIO. “Cada año el Departamento de Estado presenta una conferencia para funcionarios laborales y nos invita para que demos una ponencia, y también cuando realizan programas de formación de funcionarios laborales nos mandan a los funcionarios para que hablen con nosotros. Elaboramos nuestros propios programas y los manejamos. Pero hablamos con el Departamento de Estado. Intercambiamos información y les ayudamos con información para sus informes anuales sobre los derechos humanos y laborales.” Kamberis argumenta que hay una diferencia hoy entre las actividades del Centro de Solidaridad y sus antecesores anticomunistas. “Desde el fin de la guerra fría el movimiento sindical mundial se ha vuelto menos ideológico. Lo que se ve en Haití [el apoyo dado a las organizaciones laborales de oposición] es no más que una casualidad... Estamos apoyando los esfuerzos de los trabajadores por organizarse. Por ejemplo, con el Banco Mundial trabajamos para construir condicionalidades de derechos laborales y eso es lo que hemos logrado en Haití para ayudar a los trabajadores… Yo diría que trabajar con la Batay Ouvriye sí ayuda a promover los intereses estratégicos estadounidenses, porque ayuda a promover la libertad de afiliación en Haití y eso es un objetivo del gobierno estadounidense, permitir que los trabajadores se afilien libremente.” Con respecto al antecesor del Centro de Solidaridad, AIFLD, y su apoyo a los sindicatos controlados por la policía secreta de Duvalier en la década de 1980, Kamberis dice, “Tuvimos programas bajo el gobierno de Duvalier que abordaban la misma cosa: la explotación de los trabajadores sin importar que fueran o no fueran pro- o anti-Duvalier. Para nosotros eso no era lo que importaba.”29 Aunque los Estados Unidos, Canadá y Francia desempeñaron papeles esenciales en el derrocamiento del gobierno de Aristide, aquellos que tenían lazos estrechos con Haití – CARICOM y la Unión Africana – se negaron a reconocer al gobierno interino que lo reemplazó y sindicatos tales como el Oilfield Workers’ Trade Union (OWTU) de Trinidad y Tobago y el Caribe denunciaron el golpe. El 1 de marzo de 2004, el día después del golpe, Errol McLeod, presidente del OWTU condenó la participación extranjera en la ocupación de Haití y dijo, “Fue totalmente malo que los Estados Unidos, Francia y Canadá decidieran que el Presidente Aristide ‘no [era] apto para gobernar’.”30 Hay numerosos sindicatos y organizaciones laborales en Haití que no se unieron al movimiento de la oposición política, pero ninguno ha recibido ayuda de cualquiera de estos cuatro grupos. Estas organizaciones siguen apoyando las intervenciones políticas a través de grupos que abrazan la destitución antidemocrática de gobiernos en determinados países (por ej. Haití y Venezuela), a costa de los trabajadores y en colaboración con la política exterior del gobierno de Bush. La vista gorda que se hacia a las transgresiones mayores del gobierno interino se pueden explicar en parte por los intereses que tenían las organizaciones laborales internacionales en los participantes del golpe y la campaña preparatoria de desestablización. Los partidos políticos de Europa Occidental que tienen fuertes lazos con los sindicatos grandes y poderosos de sus países, tal como el Partido Socialdemócrata de Alemania, siempre han apoyado a los partidos de oposición tales como la OPL (L’Organistation de Peuple en Lutte), que respalda las medidas de austeridad promovidas por el FMI.31 Aunque la mayoría de los haitianos hablan kreyòl y viven en la miseria, los élites afiliados a la oposición, muchos educados en Europa, tendían a formar relaciones de largo plazo con las instituciones extranjeras que ya tenían una predisposición contra la democracia popular. La CIOSL hizo una declaración el 23 de noviembre, 2000, más de dos meses antes de la toma de posesión del Aristide, titulada “Retorno a la Dictadura?” que usó muchas fuentes de la OPL y calificó al partido Lavalás como “mucho de temer.”32 Otro Boletín de CIOSL, bien partidario, de mayo de 2001, citó a los dirigentes de la OPL Sauveur Pierre Etienne, Gérard Pierre y Paul Dennis, así como Evans Paul, un dirigente de la Convergencia, sin mencionar sus subsidios pesados de agencias y gobiernos extranjeros.33 Ningún boletin del la CIOSL ha denunciado la persecución contra los trabajadores que trajeron el golpe y el gobierno interino. Dominique Esser, una abogada de derechos humanos en Nueva York, sostiene que la “persecución [laboral] no es tema de interés si es contra los elementos de la sociedad que no están apoyados por los partidos acaudalados que están fuertemente vinculados a los sindicatos internacionales pesados.”34 Las organizaciones laborales internacionales más prominentes en Haití, la CIOSL, AFL-CIO, OIT y ORIT, trabajaron por apoyar y fortalecer a los sindicatos que clamaron por el derrocamiento del gobierno democráticamente elegido haitiano. Simultáneamente, se han negado a denunciar los despidos masivos y persecución de los trabajadores públicos y sindicalistas cometidos por su sucesor ilegítimo. En respuesta a preguntas acerca del silencio del Centro de Solidaridad ante la persecución laboral, Teresa Casertano afirma, “Hacemos declaraciones públicas. Hacemos un montón de declaraciones.” Con respecto a la persecución después del golpe, Katia Gil de la ORIT explica, “No hemos investigado eso.”
Jeb Sprague es un estudiante de posgraduado, periodista independiente, y corresponsal del programa radial “Flashpoints” de Radio Pacifica. Este artículo se basa en una ponencia dada en la 32a Conferencia Anual de la Asociación de Estudios Laborales Sur-Oeste.
http://www.freehaiti.net
Traducido por el autor y Diana Barahona. Junio 2006.

Manifiesto Dada




XIII DADA es un microbio virgen Dadá está contra la carestía de la vida Dadá sociedad anónima para la explotación de las ideas Dadá tiene 391 actitudes y colores diferentes según el sexo del presidente Se transforma -afirma- dice al mismo tiempo lo contrario -sin importancia- grita -pesca con caña. dadá es el camaleón del cambio rápido e interesado. dadá está en contra del futuro. dadá está muerto. dadá es idiota. Viva dadá. dadá no es una escuela literaria, aúlla.
XIV Maquillar la vida en el binóculo -frazada de caricias- panoplia para mariposas, - he ahí la vida de las camareras de la vida. Acostarse en una navaja de afeitar y sobre pulgas en celo - viajar en barómetro - mear como un cartucho - cometer errores, ser idiotas, ducharse con minutos santos - ser golpeados, ser siempre el último - gritar lo contrario de lo que dice el otro - ser la sala de redacción y de baños de dios que cada día se da un baño en nosotros en compañía del pocero, - he ahí la vida de las camareras de los dadaístas.
Ser inteligente - respetar a todo el mundo - morir en el campo de honor- suscribirse a la Deida Exterior - votar por Fulano - el respeto por la naturaleza y la pintura - aullar en las manifestaciones dadá, - he ahí la vida de las camareras de los hombres.
Tristan Tzara

Manifiesto del señor Aa


sin la búsqueda de yo te adoro
que es un boxeador francés
valores marítimos irregulares como
la depresión de Dadá en la sangre del
bicéfalo
resbalo entre la muerte y los fosfatos
indecisos que raspan un poco el cerebro
común de los poetas dadaístas
afortunadamente
pues
oro
mina
las tarifas y la vida cara me han decidido a
abandonar las D
no es cierto que los falsos dadás me
las hayan quitado ya que
el reembolso comenzará en cuanto
es como para llorar la nada que se llama
nada
y he barrido la enfermedad en la aduana
yo caparazón y paraguas del cerebro
de mediodía a las dos de abono
supersticioso desencadenando los engranajes
del ballet espermatozoico que hallarán
ustedes en ensayo general en todos
los corazones de individuos sospechosos
yo les comeré un poco los dedos de ustedes
yo les pago la renovación del abono del
amor en celuloide que rechina como
puertas de metal
Y ustedes son unos idiotas
yo volveré una vez como su
orina renaciente a la joíe de viv:re el
viento partero
y establezco un pensionado de mantenedores
de poetas
y vengo una vez más para comenzar
de nuevo
y son ustedes unos idiotas
y la llave del selfcleptómano no
funciona más que con aceite crepuscular
en cada nudo de cada máquina
está la nariz del recién nacido
y todos somos idiotas
y muy sospechosos de una nueva forma
de inteligencia y de una nueva lógica
a la manera de nosotros mismos
que no es Dadá de manera alguna
y ustedes se de dejan llevar por el
Aaísmo
y todos ustedes son idiotas
cataplasmas
en alcohol de sueño purificado
vendajes
idiotas
vírgenes

jueves, 8 de enero de 2009

Hagamos el vándalo




Este es un intento de derribar los muros que tratan de hacer lo que nos divierte, lo que queremos; atacar al enemigo donde más le duele. Nuestros actos son a menudo juzgados por nuestro entorno a base a prejuicios. Estos prejuicios están basados en la moral dominante que es la moral de los dominadores, de los poderosos. La moral establecida hoy exalta el diálogo, el consenso, el pacto, las peticiones, pero lo hace sobre un sistema que esclaviza y mata.

La moral no es más que un freno para quien quiere atacar al poder. Un freno construido aposta. Su objetivo es transformar la vida en una suma de ocasiones desperdiciadas. Busca ahogar nuestros deseos en prejuicios heredados. Para quien está hart@ de tragar, el mito de que esta sociedad es la sociedad de la comunicación es absurdo. Estamos explotad@s y oprimid@s y encima cuando nos decidimos a atacar al enemigo tiene que venir el/la moralista de turno a preguntarnos si lo que vamos a hacer "es un acto de autodefensa o no". Esta persona filosofa sobre si la destrucción de la propiedad es violencia o no, distingue qué acto es violento y cuál no; marca el límite a partir del cual nuestros actos rebasan la frontera de lo inaceptable. Nos juzga en base a la moral. Dialogamos demasiado, con el enemigo y con sus falsos oponentes. A veces el silencio comunica mejor. A veces hay que actuar y apartar el diálogo.

Como explotad@s no reconocemos a nadie el derecho de marcarnos el camino a seguir. Como rebeldes no reconocemos a nadie el derecho a imponernos un sistema de valores; una moral. Estamos hart@s de moralistas.

Con la renuncia a destruir el sistema empieza la obsesión por la creatividad. Las personas concienciadas basan su actividad en aportar "propuestas constructivas" con una "actitud positiva" para contribuir a "mejorar las cosas".

Esta creatividad política es sinónimo de reformas y de embellecimientos con vistas a un futuro que no existe. La única creación útil es aquella que nos da placer ahora o que sirve para extender la revuelta y el ansia por acabar con este sistema.

No queremos autogestionar la miseria; no queremos resolver los problemas del capitalismo; no queremos decorar este estercolero con propuestas constructivas. Queremos atacarlo para destruirlo.

Las revueltas no surgen de los libros, ni de las mentes de ningún iluminado. Las revueltas surgen de la explosión de desobediencia de quien ha acumulado suficiente rabia como para romper con los cauces oficiales de la protesta. Las personas progresistas ven a l@s explotad@s como alguien a quien organizar y educar con fines reivindicativos. La mitificación con la que se observa a las autoridades le impulsa a ver a la gente como una masa de seres incapaces de toda iniciativa real contra el poder. Hereda de los ilustrados del siglo XVIII una adoración mística por el racionalismo, la planificación y una fobia enfermiza por la pasión, los deseos y la revuelta desordenada.

El intelectualismo izquierdista pretende planificar desde su mesa de tertulias las protestas, las transformaciones sociales y nuestras vidas. Pretende convertirnos, a su imagen y semejanza en vegetales conscientes. Y es que la pasión y el rechazo de las convenciones a la hora de actuar es lo que ha abierto muchas veces los caminos a la rebelión incontrolable. No hay nada que canse tanto como el enorme esfuerzo que realizamos para seguir siendo, durante años, razonables. Para no ser simple y profundamente nosotr@s mism@s.

La pasión por la vida exige cólera y odio por quien quiere matarnos poco a poco; renuncia a renuncia. Los suicidios cotidianos de la obediencia, la transigencia y la resignación nos hacen convertirnos en zombis con horchata en las venas.

La reacción del planificador de protestas ante la acción rebelde es hostil. Suele condenarla escudándose a menudo en la respuesta represiva que pueda venir. Y es porque no ve al poder como enemigo a destruir. Si lo hiciese entendería que en el enfrentamiento entre explotador@s y explotad@s no hay un momento de paz; Los choques son continuos y la represión es una herramienta más del opresor.

La rendición de mantenerse dentro de los límites de la legalidad no garantiza la continuidad de ningún movimiento anti-autoritario, en realidad es su peor enemiga.

Las organizaciones izquierdistas se convierten cada día más en instituciones Oficiales de la Queja (I.O.Q). Su funcionamiento es un ciclo que empieza tratando de absorber (en plan aspiradora) focos de disidencia o descontento para que, una vez clasificados, puedan ser representados como grupos de presión que piden (como pollitos) su ración de concesiones a papá-Estado.

De ahí que l@s progresistas vean como una amenaza el acto rebelde individual o en grupo que se escape a su control. Y es que si cualquiera puede atacar al enemigo con solo tener las cosas claras y determinación, ¿quién necesita profesionales de la lucha y aparatos burocráticos?.

Así, cuando aparecen actos no controlados por las I.O.Q. estas reaccionan a la defensiva. Dirán que son acciones contraproducentes, sin sentido o incluso que las ha provocado el poder para reprimir mejor. Con ello tratan de encubrir su propio fracaso volcando la culpa en "l@s violent@s", "l@s provocador@s", "los incontrolad@s", etc.

En realidad la vida diaria continúa al margen de estas fantasías ombliguistas. Hay continua actividad ilegal contra el enemigo; robos diarios a empresas y supermercados, destrucción de maquinaria de trabajo, ataques a la policía, etc.

Si no se ha transformado este comportamiento ilegal generalizado en momentos de rebelión colectiva es por dos razones fundamentales; 1) por la falta de confianza en la propia capacidad individual y colectiva y la mitificación del poder, y; 2) por la existencia de prejuicios morales respecto a la violencia, el diálogo, etc.

La eliminación del elitismo (propio de la cultura de izquierdas) empieza por no creerse ni más ni menos conscientes que el resto de explotad@s. No es infravalorando acciones espontáneas de ataque por detalles como extenderemos la revuelta. Haciéndonos cómplices de ellas y "llevando gasolina allá donde haya fuego" romperemos los cauces controlados de oposición y extenderemos el comportamiento ilegal.

Practiquemos el vandalismo. O lo que es lo mismo, la acción que busca la diversión y el placer en el ataque a algo o alguien que nos oprime. Es una práctica sencilla y abierta a todo el mundo. Por ello está tan extendida y podría extenderse mucho más. Con el ataque desmitificamos al enemigo rompiendo la falsa apariencia de paz y control total.

Con el vandalismo también se rompe con el mito izquierdista (político o militar) de que el corazón del poder está en la cúpula lejana de representantes. El corazón del poder está a nuestro alrededor cada día, en las relaciones que establecemos con el patrón, la jefa, los agentes represores, empresas, instituciones...

Ningún acto de revuelta es ciego o inútil. La simple ostentación de poder o derroche de dinero por quien nos explota es una provocación para quienes sufrimos las consecuencias de ambas. Merecen recibir el fruto de nuestra rabia.

Este sistema no nos puede ofrecer lo que queremos y por tanto estamos enfrentad@s al día a día. No delegaremos en nadie nuestra actividad de ataque, no necesitamos profesionales de las armas. Es falso que la actividad de ataque lleve directamente a la clandestinización. También es falso que para llevar una dinámica de ataque haya que estar en la clandestinidad. L@s únic@s interesad@s en difundir estas fantasías son el poder y las organizaciones izquierdistas (armadas o no).

La cuestión no es si debemos elegir entre manifestarnos por las calles

o llevar adelante acciones de grupo. Deberíamos ser flexibles y comprender que todo acto que haga avanzar la revuelta es válido; que la separación entre estos y otros tipos de actividad la ha diseñado el sistema por medio de leyes y normas morales para debilitarnos. Debemos ser flexibles para actuar a la luz del día y por la noche.

El vandalismo es una herramienta útil y divertida. Una más. Su mala prensa se debe sobre todo a su capacidad para desestabilizar la vida cotidiana y su facilidad para extenderse. Por eso nos interesa, por eso lo defendemos y practicamos.

Es muy fácil. Usted también puede hacerlo. ¡Hágalo!



Este folleto se puede usar de muchas formas. A quien lo escribe le gustaría especialmente una; se trataría de quien lo haya empezado a leer elija algo que le oprime cada día y usase este pape1 como mecha para chamuscarlo. Si este momento no es el mejor también puede un@ leérselo mientras tanto. Lo que está escrito pretende ser un ataque a los prejuicios heredados de la sociedad capitalista con respecto al vandalismo, los disturbios, los saqueos, etc.

K. Towich 24/05/04

Del sabotaje como una de las bellas artes




1.

“¿Quién reavivará los violentos torbellinos de fuego
sino nosotros y aquellos que creemos hermanos?
¡Venid! Novelescos amigos: Esto va a gustarnos.
¡Jamás trabajaremos, oh oleajes de fuego!”
“Que este mundo reviente. Es la verdadera senda.
¡Adelante, en marcha!”
A. Rimbaud (1854-1891)



La extensión del sabotaje, el incremento de su práctica, a mayor o menor escala a lo largo y ancho del señorío de la mercancía es un hecho consumado. La quema de cajeros automáticos, la inutilización de cerraduras en los centros de producción y distribución, la rotura de lunas, el incendio de ETT´s, Inem´s, el sabotaje a las infraestructuras del capitalismo (TAV, pantanos, autopistas o constructoras)... son prácticas ofensivas frente a la colonización de nuestra vida por el capitalismo en su forma más avanzada – el espectáculo integrado. Las llevan a cabo personas hartas de sobrevivir como mercancías (su vida reducida a los imperativos económicos) y desencantadas de la falsa oposición (más falsa y menos oposición a cada segundo) – partidos y sindicatos que quieren gestionar nuestra miseria e integrarnos en un modo de producción que nos niega cualquier participación en las decisiones que nos afectan directamente y ayudan a esclavizarnos mutilando cualquier gesto de negación del existente.



El espectáculo escribe el guión y reparte los papeles: obrero, profesor, estudiante, ama de casa, padre, madre, hijo, hija, parad@, policía, militar, artista, humanitario, intelectualoide... la mayoría de las personas con diversos roles a lo largo de 24 horas por lo que su existencia es, si cabe, más terrible todavía. Cada un@ con su cuadro neurótico-esquizoide y que responderá a los estímulos lanzados desde el poder de la manera esperada. Toda la actividad social es planificada para reforzar el espectáculo ralentizando su proceso imparable de descomposición.



Como no queremos oír los rechinares de l@s sufrid@s militantistas de cualquier organización, que conste que no estamos en contra de la organización en sí, sino de la organización como un fin en si mismo, como cristalización de cualquier ideología y como órgano separado, representante de la clase. Estamos por la auto-organización autónoma de l@s explotad@s. La Historia nos ha demostrado, y esto es algo que consciente o inconscientemente no se le escapa a nadie, con dos ejemplos claros que las tradicionales formas Partido (Revolución Rusa) y Sindicato (Revolución Española) no han sido más que dos intentos de gestionar el capitalismo y no de superarlo. Al tomar el poder no se ha destruido sino que se ha ejercido; por un lado la clase burocrática sustituye a la burguesía y por el otro los dirigentes anarcosindicalistas participan en el poder burgués llamando a la autogestión de la explotación y de la alineación, mientras las bases intentaban superar en la práctica las relaciones de producción y sociales mediante la gestión directa de todos los aspectos de su vida y no sólo del trabajo. Precisamente, ambas formas tienen en común la exaltación del trabajo (coincidiendo con los nacionalsocialistas y todas las formas políticas del capitalismo). Su visión cuantitativa buscaba un aumento de la producción dejando de lado el aumento cualitativo de la vida. Esta derrota (práctica y teórica) de las organizaciones tradicionales que nos dicen representar no ha sido asumida por la clase trabajadora (y es que parece que sólo sabemos trabajar) seguimos sin mantener ningún control sobre cualquier aspecto esencial de nuestra vida en un mundo que se hace no sólo sin nuestra participación (excluyéndonos) sino contra nosotr@s. Pero compañer@s, la Historia no es cíclica es un proceso acumulativo y ya pesa demasiado sobre nuestros cansados cuerpos.



2.

“Jamás tuvieron los que se burlan un lenguaje tan engañador”
Shakespeare. “Sueño de una noche de verano”.



La contradicción entre las posibilidades de los medios de producción (del uso de algunos para el goce de tod@s, ya que la mayoría inútiles o perjudiciales habría que destruirlos) y las relaciones de producción (esclavitud asalariada, mercantilización y exclusión en una sociedad de clases) ha llegado a un punto de inflexión insalvable. Al espectáculo le supone más falsificar la naturaleza de esta contradicción que aumentar la producción de mercancías con un valor de uso decreciente. Esta inercia inmóvil le obliga a desplegar todos su medios de recuperación de cualquier movimiento real de oposición y dirigir él mismo la crítica espectacular del espectáculo. Una hipócrita-autocrítica dirigida por su policía del pensamiento descompuesto (pro-situs, cuadros, ONG´s, recuperadores, artistas, periodistas... todos ellos políticamente correctos y peñita del “buen rollito”). Estas escobillas del water de la modernidad, como buenos curas, esperan que con sus parches, el propio desarrollo del sistema nos dirigirá cogidit@s de la mano hacia un mundo ideal, planificado por su falsa conciencia y la podredumbre de su cerebro cuadriculado; como si alguna vez nos hubiesen regalado algo. Su función social que viene siendo denunciada desde hace décadas les ha costado más de una agresión, apaleamiento o asesinato y estamos segur@s que no van a ser simples anécdotas. Nos engañan y nos manipulan, no debemos permitírselo ni un día más, ellos son los guardianes de la llave de nuestras cadenas infernales. Entretienen nuestro pensamiento con debates sin importancia y nos imponen su opinión evitando cuestiones tan simples que les hacen temblar de terror: ¿Cómo vivir mejor? ¿quién y qué nos lo impide?. Preguntas que desenmascararían inmediatamente a estos profesionales de la mentira. La coherencia de la crítica y la crítica de la incoherencia ayudarán en esta labor.



3.

“La injusticia no es anónima, tiene nombre y dirección”.
Bertolt Brecht

La teoría situacionista, como crítica integral de la totalidad de las condiciones de supervivencia y del capitalismo espectacular-mercantil que las necesita, ha sido verificada por los hechos de la falsificación. No se puede combatir la alineación bajo formas alienadas. El sabotaje de este mundo, empieza por la ruptura con los roles que nos impone el sistema, por el sabotaje de nuestra muerte en vida y la negación del papel que nos asignan y diseñan. En estos momentos hablar de Revolución es tener un cadáver en la boca, sólo hace falta mirar a nuestro alrededor para ver un decorado que nos recuerda constantemente la derrota. El sabotaje es pues una acción que sirve de revulsivo contra la irrealidad que nos oprime. Una práctica que no ha escapado a las recuperaciones ideológicas transformándola en “terrorismo” (la profesionalización del sabotaje) que no ha hecho más que reforzar el sistema debido a su carácter centralista, jerarquizado y militarista. Hoy, no se plantea el crear una organización armada de este tipo sino el ataque difuso de pequeños grupos de afinidad incontrolables por alguna estructura superior que se unen y desunen como las mareas lunares. Unas mareas que nacen de la conciencia de lo mal que están las cosas y lo peor que se van a poner por el desarrollo de los acontecimientos.

En el siglo XIX existía una práctica similar que puso en jaque al capitalismo incipiente. Aparte de los ataques luditas, las llamadas “rondas proletarias” que por su falta de estructura rígida y su máxima flexibilidad en los ataques hizo casi imposible su represión y recuperación, en la que cumplieron un papel principal los, también incipiente, sindicatos. Un grupo de gente se juntaba, golpeaba y se diluía en la masa mientras un nuevo grupo se formaba en su interior. Este sabotaje difuso hace dificilísimo para el enemigo el llegar a detener a nadie, esto convierte este ataque en un universo de placeres para gamberr@s ilustrad@s cuyas sensaciones son imposibles de describir o comunicar con el pobre y banal lenguaje de las palabras.



El juego de la subversión cuyas reglas escriben l@s que participan de él, se vuelve un arma eficaz contra el capitalismo en todas sus formas. Hay más que destruir que construir.



4.



“Nuestra época no necesita escribir consignas poéticas sino ejecutarlas”.
Internacional Situacionista.



Está demostrad que pequeños grupos que atacan hacen más daño que grandes organizaciones especialistas de la lucha armada. La Brigada de la Cólera – continuó su actividad cuando fueron detenidas algunas personas y el estado inglés daba por desarticulado el movimiento- es un ejemplo. El poder lo tiene difícil para reprimir o eliminar a pequeños grupos que con toda seguridad no se conocen entre sí y lo único que les une es el deseo de destrucción de un sistema que les impide vivir y les condena a la supervivencia y a la incertidumbre. No se buscan acciones exhibicionistas para dar propaganda a ninguna sigla o marca de origen. En el caso de Asturies, por ser el más cercano, el sabotaje ha sido un arma de clase utilizado innumerables veces, sobre todo en los conflictos laborales en las empresas. Duro Felguera, Hunosa, Naval, Ciata... No nos estamos inventando nada, el sabotaje ha sido, es y será un medio para alcanzar cualquier objetivo; cualquier persona harta, independientemente de su ideología la utiliza. Desde el oficinista que roba material de oficina hasta la trabajadora que estropea la máquina a la que está encadenada, pasando por la utilización de goma-2 como los despedidos de Duro-Felguera. Hoy, el ejemplo está en la quema de ETT´s. La práctica del sabotaje queda reducida a conflictos puntuales y muy localizados, sin perspectiva global y simplemente para soluciones parciales, con unas reivindicaciones económicas que quedan dentro de los límites impuestos donde se desenvuelve la lógica capitalista. Idem de lienzo para el caso de las ETT´s, un ataque que se sale de la temporalidad de un conflicto en una empresa pero que no cuestiona la esclavitud salarial sino su forma más extrema, no se quiere acabar con la explotación de una clase sino con las ETT´s; por lo que ce por be estamos en lo mismo. Hoy, el conflicto es global y no se soluciona con luchas parciales, sino una lucha integral y de rechazo en bloque de esta sociedad. Hay que acabar con la reducción de nuestras vidas a mercancía y el trabajo asalariado que nos mata y no sólo con las ETT´s. Tenemos que acabar con la sociedad de clases y no sólo con el fascismo. Desviar la atención hacia problemas parciales sólo beneficia a los de siempre, a los gestores de nuestra miseria y a los que algún día pretenden gestionarla, y ambos son parte de los objetivos a sabotear por l@s revolucionari@s.



La práctica del sabotaje difuso (autonomía sin trabas, máxima flexibilidad, auto-organización, mínimo riesgo), entre personas afines, abre la posibilidad de comunicación real destruyendo la espectacular, rompiendo la apatía e impotencia del eterno monólogo revolucionarista. Relaciones y posibilidad de contactos con otras personas en la negación del rol espectacular. Son situaciones efímeras que por su preparación y desarrollo llevan en su esencia la situación revolucionaria que ya no dará un paso atrás y que suprimirá las condiciones de supervivencia. No cae en la irremediable jerarquización alienante que conlleva la especialización de cualquier grupo armado de carácter autoritario y militarista en el que las masas delegan su participación en los ataques.



El aumento cuantitativo de esta práctica no nos llega de la mano de los voceros propagandísticos del espectáculo sino de pasear por el escenario del capitalismo y encontrarnos en la deriva con cajeros quemados, ETT´s con los cristales rotos, cerrajeros cambiando la cerradura de un supermercado... visiones que nos hacen esbozar sonrisas cómplices y que nos animan a salir esa misma noche a jugar con fuego para que en otras personas desconocidas, pero cómplices, también surjan sonrisas por el hermanamiento en la destrucción. No importa el número sino la calidad de los gestos; sabotajes, expropiaciones, reducciones... nos devuelven parte de la vida que nos niegan, pero la queremos toda. Compañer@s el juego es vuestro y os animamos a su práctica diaria. Montároslo con vuestr@s colegas. Contra el viejo mundo en todas sus caras, para salir de la prehistoria, extendamos y multipliquemos los ataques.



POR LA ABOLICIÓN DE LA SOCIEDAD DE CLASES .stop .CONTRA LA MERCANCÍA Y EL TRABAJO ASALARIADO .stop. POR LA ANARQUÍA .stop. POR EL COMUNISMO .stop. ¡PIEDRAS Y FUEGO!



Por el Instituto Asturiano de
Vandalismo Comparado.

Teoria de los medios soberanos


"Te doy la señal"


DFM


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En esta era de sobreproducción mediática, la inmunidad informativa es una cuestión de vida o muerte. Cuando el mecanismo de defensa falla e impresiones extrañas apabullan al consumidor, el fin parece cercano. Para frenar la indiferencia paralizadora se receta una dieta rica en medios. La presión a que se somete a los ciudadanos del planeta para que transformen continuamente su imagen del mundo y pongan en funcionamiento innovaciones técnicas les coloca en una situación de permanente inseguridad. El afán por crear desaparece y sólo somos capaces de reaccionar ante el abrumador espectro de posibilidades. La información ya no es un estímulo para el interés sino una avalancha hostil, una amenaza física. Del intercambio a la supresión: la comunicación está acechando la existencia en estado puro. Se acabó la inocencia de los medios. Tras el crecimiento descontrolado de los ochenta vendrá un periodo de estancamiento. La propagación de una mentalidad de moderación presagia este estancamiento. Se nos está haciendo ver desde todos los ángulos que debemos dejar de manejar información e imágenes de modo irresponsable. Por ello los medios de comunicación y el tráfico de datos, al igual que otros sectores de la sociedad occidental, deben rendirse a los dictados de la ecología en su presentación de la información. El medio ambiente es algo más que plantas y animales en peligro, es una mentalidad que, con conceptos abstractos como "conservación" y "reciclaje", considera la esfera artificial de los medios como una tercera o cuarta naturaleza. Se impone el estado de vigilancia ante la posibilidad de contaminación innecesaria o de desperdicio incontrolado. Los usuarios concienciados de los medios encuentran un "equilibrio natural" entre la recepción y la transmisión de información. Tras la euforia de entrar en contacto con las nuevas tecnologías, estos usuarios buscan un equilibrio entre el entorno inmaterial, que evoca mundos imaginarios, y el biográfico, donde habita nuestra propia carne. Este equilibrio se considera necesario para proteger a los pioneros de la tierra de la información (que trabajan en la "frontera electrónica") del mono de la adicción. Tras el éxtasis característico de la fase de emancipación percibimos un sentimiento de insatisfacción hacia la tecnocultura y es posible que estos pioneros estén buscando una salida destructiva. Demasiado a menudo las grandes expectativas se convierten en grandes decepciones que inspiran el odio hacia el mecanismo. Deleuze y Guattari llamarían a esta nausea inesperada que surge en quienes se han dejado llevar por la riada de signos sencillamente "antiproducción". ¿En qué consiste el "drama de las comunicaciones" (adaptación libre de Alice Miller), en que de momento sólo recibamos señales y no enviemos ninguna como respuesta o, por el contrario, que arrojemos demasiada información al mundo sin apenas recibir nada a cambio? Entre los trabajadores de la información está surgiendo una sensación de vacío y sin sentido, que sólo puede compensarse temporalmente con la introducción de nuevo software y hardware.


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Los medios soberanos se aíslan de la hipercultura. No buscan conexión, se desconectan. Este es su punto de partida, desde el que se realiza nuestro lanzamiento. Los medios abandonan la superficie mediática y ponen en órbita la red multimedia como si se tratase de satélites.Estos autodidactas de la técnica se encierran en mónadas construidas por ellos mismos: "unidades indivisibles" de tecnologías introvertidas que, como una habitación sin puertas ni ventanas, desean negar la existencia del mundo. Este acto es una negación de la máxima "Estoy conectado, luego existo" y no oculta ni el más mínimo deseo de volver a la naturaleza. Los trabajadores no critican los barrocos entornos de información, ni los sienten como una amenaza; los consideran materiales listos para usar cuando lo deseen. Actúan más allá de lo limpio y lo sucio, en un sistema de basuras controlado por un caos purasangre. Su búsqueda despreocupada por los archivos universales de los medios no es una estrategia de dirección para sacudir la creatividad atascada. Estos medios negativos no admiten ser definidos en términos positivos y no sirven para nada. No reclaman la atención de nadie y no enriquecen el paisaje mediático actual. Una vez que se desligan de todo contexto significativo, pasan a trompicones de una colección de audio y vídeo a la siguiente. Las conexiones se multiplican autónomamente generando un espacio sensorial tan relajante como desasosegador. Este enredo jamás se podrá explotar de nuevo como género sensible a las tendencias. Toda la información del mundo puede constituir tanto un hermoso parque de atracciones como una prueba de supervivencia de alto riesgo para paranoicos sobre la que el humor desciende como un ángel de salvación en momentos embarazosos para sacar el programa del lodo. Al contrario que los antimedios, basados en una crítica radical de la producción (artística) capitalista, los medios soberanos se han alienado por completo del negocio de la política y del mundo del arte. Un acusado desinterés mutuo obstaculiza toda interacción. Los medios soberanos se mueven en un mundo paralelo a los del arte y la política, con los que no interfieren. No se ofrece información negativa ni una crítica de la política o del arte que sirva para entablar un diálogo con las autoridades. Los medios, que una vez fueron soberanos, ya no reciben ataques sino que se toleran y por supuesto se ningunean. Pero esta falta de interés no es el resultado del desprecio hacia el amateur y su hobby, ni hacia el infantilismo político, en todo caso es la actitud contemporánea hacia cualquier imagen o sonido que se concede al mundo.


Los medios soberanos están equipados con sus propios propulsores y no necesitan el impulso de sus posibles predecesores ni de otros medios. El concepto estos medios es distinto al de los medios alternativos de la era post 68 y al de los medios autónomos "internos" de los 80. Los medios alternativos funcionan según el principio de la "antipublicidad" y actúan como espejo de los medios de mayor relieve público, que en su opinión deben reformarse y complementarse. Esta estrategia pretende conseguir que el individuo sea consciente de su comportamiento y no sólo de su opinión. El proceso se reflejará en última instancia en un cambio en la opinión pública. Estos pequeños medios no plantean reivindicaciones generales, sino que funcionan siguiendo una variante positiva del modelo expansivo que presupone que, a la larga, todo el mundo, ya sea independientemente o a través de los medios de comunicación, estará informado sobre el problema que se aborda. Presuponen una rígida estructura que se extiende alrededor y a través de la sociedad de forma que al final el activismo de unos pocos provocará una reacción en cadena en la que participarán muchos. Hasta que llegue ese momento, estos medios se dirigirán a un grupo relativamente pequeño en la certidumbre de que la información que dan no quedará atrapada en un gueto ni se volverá en su contra transformándose en debates internos. Los líderes de opinión de la izquierda liberal son el objetivo principal de este "modelo megáfono". Estos líderes, que no tienen tiempo para acumular información ni para inventar argumentos, contratan a especialistas con motivaciones políticas para realizar estas ingratas tareas. Los movimientos de los sesenta y los setenta ampliaron así el alcance de temas como el feminismo, el tercer mundo y el medio ambiente. Sin embargo, a causa de la profesionalización y del conformismo de los mercados en estos círculos, la gente se ha pasado a los medios de comunicación "de verdad". Ahora que los movimientos se han convertido en algo tan virtual como los medios en los que aparecen, los laboratorios donde actualmente se ponen a prueba la información y los argumentos se han convertido en una parte inseparable del proceso de fabricación de estos medios. A finales de los setenta, los radicales que se cansaron de esperar a que otros cambiasen su forma de pensar fundaron los llamados "medios internos". Precisamente en el momento en que los medios de comunicación oficiales comenzaban a emanciparse y conceptos como el de "prensa" y "opinión pública" desaparecían de escena, un grupo de activistas perdió la fe en sus sordos conciudadanos y se puso manos a la obra por su cuenta.


Aunque para las personas ajenas al grupo que no estaban al tanto de esta evolución los "medios internos" parecían ser sólo una continuación de la actividad de los medios alternativos, en realidad, el grupo renunció al modelo expansivo y, como los medios de comunicación oficiales, se volvió sigiloso. El espejo de los medios alternativos se hizo añicos. Ya no tenía sentido continuar apelando a la responsabilidad pública, era necesario buscar un nuevo ente imaginario en el que concentrarse: "el movimiento". Aunque sólo estaban disponibles a nivel local, no les preocupaba nada la restricción regional que los medios de comunicación locales en plena ascensión se habían impuesto a sí mismos. Ya no deseaban ser periódicos urbanos alternativos. Tanto en su formato como en su contenido se volvieron transnacionales, como ocurrió con medios del mismo tipo por todo el mundo. No querían tener nada que ver con el crecimiento. Su brillante diletantismo resultó no ser una enfermedad infantil sino una característica esencial. Como residuo de los desaparecidos movimientos radicales, que estallan de vez en cuando, su continuidad y inalterabilidad se mantienen asombrosamente hasta la fecha. No se pueden reducir a su dogma. Se alejan del reducido tiempo de los medios y crean su propio tejido espaciotemporal.


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Los espacios soberanos son la flor y nata de las labores misionales que se llevan a cabo en la galaxia de los medios. Han cortado todos los vínculos imaginarios que aún mantenían con la verdad, la realidad y la representación. Ya no se concentran en los deseo de un grupo específico que constituye el objetivo, como aún hacen los "medios internos". Se han emancipado de toda audiencia potencial y por tanto no se dirigen a su audiencia como a un segmento de mercado maleable, sino ofreciéndoles el "espacio de realeza" que el otro se merece. Su objetivo y su legitimidad no se encuentran fuera de los medios, sino en una "ausencia total de control". Su comportamiento aparentemente narcisista es testigo de su seguridad en sí mismos, una seguridad que no es la difusión. La señal está ahí, solo hace falta recogerla. Los medios soberanos nos invitan a montarnos sin titubeos en el autobús de los medios. Tienen un pacto secreto con el ruido, padre de toda información. Y el tiempo no es un problema: hay espacio tanto para la versión ampliada como para el muestrario de citas. Esto sólo es posible por obra y gracia de su falta de perfil. Sin intentar ocultar su existencia, los medios soberanos siguen pasando desapercibidos, ya que permanecen en el punto ciego que crean en el ojo las brillantes radiaciones de los medios. Por ello no necesitan llamar la atención como tendencia vanguardista y esperan dar al arte un nuevo impulso. La razón por la que los medios soberanos son tan difíciles de identificar como categoría aislada es porque la forma en que se manifiestan no puede nunca brillar en todo su esplendor. Los productores de programas no se muestran, sólo vemos sus máscaras en las manifestaciones que nos resultan más familiares. Cada experimento que se lleva a cabo con éxito y que se puede dar como ejemplo de afirmación artística o política queda inmediatamente expuesto a la contaminación. Los mezcladores no provocan por sí mismos, sino que infectan a los que aciertan a pasar por allí con banalidades corruptas que se presentan en toda su amistosa trivialidad. Un enredo inextricable de significados e ironía impide al intérprete experimentado de los medios entenderlos. La atmósfera dentro de la cabina sellada está en lucha con la ideología de la captación de apoyos. Como mecanismo central de coordinación, el ordenador somete a todos los antiguos medios al régimen digital. Los medios soberanos, por su parte, hacen sus propias conexiones, que no se pueden traducir a un único código universal. Se pone a prueba la alta tecnología, que queda patas arriba. Pero este viaje al interior de la máquina no resulta en una obra de arte multimedia integral. La falta de fe en la participación total de los sentidos y en la representación técnicamente perfecta es demasiado poderosa. La energía necesaria se genera sencillamente por medio de cortocircuitos, de la confusión de las lenguas, de alteraciones atmosféricas y del choque de culturas. Sólo cuando las redes dirigidas informáticamente empiecen a romper sus propias conexiones y a asustar a sus potenciales usuarios podrán los soberanos establecer la conexión.


[Trad. Carolina Díaz]


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*ADILKNO, Fundación para el Desarrollo del Conocimiento Ilegal (Foundation for the Advancement of Illegal Knowledge, ILWET), Amsterdam, 1995